
Me viene una conversación a la mente, con alguien a quien aprecio mucho. Fue algo así:
Ella: Estoy hasta las pelotas de las contraseñas. Loco, ¿Por qué tengo que meter una contraseña con 14 caracteres, símbolos raros, números, letras y todo eso?
Yo: Por seguridad, para evitar que te roben las cuentas.
Ella: Ya flaco, pero no me acuerdo de ninguna, y luego recuperarla es un dolor de huevos.
Yo: Bueno, usa aplicaciones que recuerdan contraseñas, aplica mnemotecnia, o te lo apuntas en un papelito, ¿no?
(ella me ignora y salta a la siguiente queja)
Ella: ¿Y esto que sale ahora en el Teams (el chat del trabajo) de meter el codiguito que me llega por SMS? Tengo el móvil a reventar de mensajes con códigos. ¿Ustedes que son tan listos (se refiere a los informáticos, y con recochineo), no podrían crear algo sencillo que no me rompiese las bolas?.
Yo: ¿Piensas vivir 20-30 años más?
Ella: Obvio.
Yo: Pues las cosas de seguridad seguirán cambiando, y no siempre se volverán más fáciles. Tú misma, pero si ya te quejas ahora, que solo has pasado de la contraseña del “12345” a una difícil, no sé qué esperas que pase en el futuro.
No recuerdo que me respondió, pero seguimos apreciándonos, así que creo que no le molestó mucho mi consejo no solicitado 😀.
No te digo nada nuevo si afirmo que todo evoluciona cada vez más deprisa, y no nos da tiempo a asimilar una cosa que ya estamos en otra.
Y esto irá a peor.
Pero… ¿Los cambios serán cada vez más difíciles de interiorizar, o serán más fáciles? ¿Depende de tu inteligencia, o de qué?
Te digo mi respuesta: La dificultad será relativa, y dependerá de tu voluntad y realismo (salvo alguna cosa, como decía Rajoy).
A ver, tanto a ti como a mí nos da pereza aprender cosas nuevas, cambiar las actuales u olvidarlas.
Algunos lo llaman “el abrazo del sofá”, “zona de confort”, o simplemente “estar hasta las pelotas de tanto cambio”.
Pero a veces me da la sensación de que usamos la “pereza” o cualquier excusa para enmascarar la verdad:
Nos da miedo perder nuestro estatus y no saber si podremos recuperarlo.
La frase tiene dos cositas importantes, ¿Las has visto?:
La primera: Perder.
La segunda: No saber.
Perder algo
Algo como el estatus social, la admiración de los que te rodean.
Algo como la seguridad que te da ser el/la que sabe de algo, a quien acude la gente.
Algo como la autonomía y libertad para hacer y deshacer sin problemas.
Igual soy muy abstracto. Lo aterrizamos ahora, con algún ejemplo.
Ejemplo de estatus
Si estás practicando un deporte que conoces bien, que se te da bien y la gente lo sabe, esa gente te habla de tal forma que se nota que lo saben. No te dirán cosas básicas de ese deporte, y te hablarán de cosas espectaculares que han visto por internet o que han conseguido hacer, para ver qué opinas.
No es que estés por encima, eso sería otra cosa. Es simplemente que es sabido que te has peleado mucho con ese deporte.
Si ese deporte pasa de moda, y ahora se lleva otro, y comenzáis a jugarlo, todo cambia. No tendrás ni idea de como se juega, tu cuerpo no se moverá solo, y no te hablarán de cosas avanzadas, porque no las podrías entender en profundidad.
Ejemplo de seguridad
Si hablas de música de los 80, tienes un conocimiento increíble. Te conoces y has escuchado a casi todos los grupos, y cuando alguien no recuerda una canción, o quiere que le aconsejen un grupo bueno, pues acude a ti.
Si te ponen un grupo que no conocías, rápido puedes opinar sobre él comparándolo con otros muchos. Sin haber hecho un estudio exhaustivo, lo más seguro es que lo que digas tenga sentido, y se acerque a una buena opinión.
Pero imagínate que la música de los 80 pasa de moda (por favor, no), y ahora se lleva el electro-flamenco. ¿Qué opinión puedes dar, si no tienes ni idea de los grupos, las canciones, la cultura y la evolución detrás de ese estilo musical? La seguridad que tenías ya no está.
Ejemplo de autonomía y libertad
Eres economista, sabes hablar de estados contables, sabes detectar errores en el balance y solo por intuición puedes detectar si los números saldrán bien o no. No te hace falta irte a internet para saber lo que son unas siglas u otras, y las fórmulas para calcularlas las sabes de memoria. Fluyes, porque todo está en tu cabeza.
Ahora llega la Inteligencia artificial y ves que eso no te va a dar de comer, así que te pasas a periodista. No conoces la jerga, no sabes cómo se estructura un guion o un artículo para cumplir con lo que quiere la editorial, y lees un texto y no sabes si aquello está bien o mal.
Al cambiar a algo nuevo, todo esto pasa, y la frustración es importante.
Ya sea por voluntad propia o por obligación, la pérdida existe, y toca volver a construir de cero lo que tenías, pero en la nueva situación.
Igual soy muy simplón, pero cuando eso sucede solo me digo:
No seas tan dramático, que no se acaba el mundo.
No saber algo
La estabilidad nos encanta, a ti, a mí y a tu vecino, el del cuarto.
Pero… qué poco nos gusta no saber lo que sucederá.
La incertidumbre.
Una pregunta, a ver si a ti te pasa también.
Si tienes que ir del sitio A al sitio B:
- Si no conoces el camino, ¿Tu sensación es que tardas más de lo que realmente tardas?
- Si has hecho ese camino mil veces, ¿Tu sensación es que tardas menos de lo que dice el reloj?
No sé a ti, pero a mí me pasa inconscientemente: Exagero lo que desconozco, y minimizo lo que conozco.
Y eso sucede igual cuando no sabemos si vamos a poder recuperar lo perdido. Si vamos a llegar al nivel que teníamos con lo que hemos perdido.
Mi caso y mi opinión
Ahora vamos a unir un poquito lo de perder y no saber con lo de renovarte y estancarte, y lo vamos a hacer hablando de mí, que para algo es mi artículo.
Verás, estoy reinventándome a menudo.
Algunas veces, me reinvento bastante.
Algunas otras, me reinvento demasiado.
Y algunas más, me estanco.
La informática me acostumbró a perder el estatus, la seguridad y la autonomía a menudo.
Como en muchas áreas, en informática, hay tantas cosas, pero tantas, con las que te enfrentas y no tienes ni p**a idea de cómo funcionan, que acabas aceptando el “no tengo ni idea” como tu estado natural.
Además, no me rallo cuando no sé de algo, me siento muy cómodo en la posición de “no tengo ni idea”. Me hace más humano. Bastante sobrado parezco ya cuando me pongo a hablar cosas raras del MBA o de Programación, como para encima intentar parecer listo.
A veces me paso de frenada, y cambio demasiadas cosas. Entonces me hago un ovillo, me recupero un poco en mi zona de estabilidad, y vuelvo de forma natural.
Para saber en qué punto estoy en esto del “reinventarte o estancarte”, de vez en cuando pienso en esto (lo pongo a modo pregunta, por si te sirve más):
- ¿Tienes más ganas de quedar para tomar algo, o tienes ganas de hacer algo (puede ser con gente)?
- ¿Qué haces más últimamente, ver series interesantes, leer libros, escuchar podcasts útiles, o tiras de entretenimiento de encefalograma plano?
- ¿Te cuesta hacer lo que estás haciendo, o lo haces en modo piloto automático?
- ¿Tienes temas de conversación nuevos? No de hechos ni cotilleos, sino de ideas.
Repito, esto no son preguntas para cambiarte la vida ni para saber si estás haciendo lo que se considera bueno o malo. Es solo para saber donde estoy.
Cuando las respuestas van en la línea de actuar, pensar, y esforzarme, estoy renovándome, cuando no, estoy en estancamiento.
Una última cosa, volviendo a lo de “lo que se considera bueno o malo”: No me gusta la idea chupiguay de que tienes que estar constantemente reinventándote, igual que no me gusta lo de tener que salir siempre de tu zona de confort.
Parece que la zona de confort y el estancamiento sean malos, pero joder, habrá que descansar y sentirse reconfortado algún momento, ¿no?
Lo dejamos aquí 🙂
¡Nos vemos!
Pd. Aquí hablaba de lo de la zona de confort y por qué no salir tanto de ella.
Pd2. Hoy no te recomiendo un libro, sino un podcast. Parece para emprendedores, pero tiene de todo, así que alguno de los capítulos te puede ayudar en tus renovaciones.
Pd3. Recuerda que, si te apuntas en mi lista, ya no tienes que acordarte de que publico cada fin de semana, te lo recuerdo yo 🙂 así dejas hueco en tu cabeza para cosas importantes!