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El otro día, una persona a la que dejaré en el anonimato, me escribió esto:
Realmente la gente se cree que ser jefe es fácil, y creo que ser jefe es fácil pero ser un buen jefe es extremadamente difícil. Ya que gestionar un grupo humano de gente diferente con sus problemas y sus mierdas es una tarea agotadora.
Y luego me dijo:
En mi humilde opinión, tienes experiencia para despotricar XD
Ante este regalo a mi autoestima, cómo no iba a escribir del tema…
No solo eso, me he venido tan arriba que me ha dado para varios artículos.
Este es el primero.
Hablaré un poco de esto del equipo, de las personas y del liderazgo.
También “despotricaré”, que sé que el salseo te gusta como al anónimo de arriba.
El Equipo
Estoy seguro de que ya sabes lo que es un equipo, ¿verdad?
Eso que está compuesto por más de una persona, tiene un objetivo, o varios, funciona como un solo ente, etc.
Pues con esta base, vamos a otras afirmaciones.
Los equipos…
… a veces no son necesarios
… no pueden durar para siempre
… de alto rendimiento solo existen en las películas y series
… a veces son necesarios
… siempre traen problemas
Como puedes ver, no te los quiero vender como la panacea.
Porque no lo son.
Con alguno de los puntos puedes pensar distinto, así que ampliaré algo cada punto.
(Si no necesitas esa explicación porque te fías de mí, baja hasta que leas las palabras LAS PERSONAS).
Los equipos a veces no son necesarios
A veces parece que todo se tenga que hacer en equipo. A eso se le llama fanatismo, o equipitis aguda.
Tienes que trabajar en equipo cuando ves que puedes conseguir más que trabajando solo.
Si haces equipos por hacerlos, pues pierdes eficiencia, tiempo y dinero. Y salud.
¿Te imaginas hacer un equipo de 2-3 personas para descorchar una botella de vino?
Si mide 3 metros, uno aguanta la botella, otro la escalera, y el que sube descorcha. Después la inclinan y tiran del sacacorchos.
Si mide 27 centímetros, uno es suficiente. En principio 😊
Los equipos no pueden durar para siempre
Lo normal es que el equipo se monte para conseguir algo. Cuando se consigue, o se mantiene para hacer otra cosa, o se deshace.
Sea como sea, en algún momento unas personas se irán, otras entrarán, y las que se quedan evolucionarán.
Nada es para siempre si hay personas implicadas, así que no tiene sentido pensar que será así.
Igual que las personas, los equipos nacen, evolucionan, y mueren.
Los equipos de alto rendimiento solo existen en las películas y series
Esto de «Alto rendimiento» lo escuché el otro día en una clase del master. Como mola, la he metido aquí.
Se refiere a equipos que funcionan prácticamente por telepatía, que no tienen crisis o las solucionan en tiempo récord, y que consiguen sus objetivos siempre.
Lo dicho, en las películas y las series queda bien.
Pero en la vida real, aunque aspires a estar en un equipo de alto rendimiento, te podrás acercar, incluso serlo por momentos, pero no siempre.
¡Ah! Un pequeño detalle: alto rendimiento quiere decir que llegan a sacar el máximo potencial que serían capaces de sacar, no que un grupo de novatos llegue a hacer lo que hace un equipo de expertos.
Los equipos a veces son necesarios
Igual que la equipitis aguda es mala, la individualitis crónica también.
Aquello de “esto mejor lo hago yo solo, que otros me estorbarían” te puede llevar a entregar tarde, trabajar demasiadas horas, agobiarte en exceso, querer dejar el trabajo, incluso a algo peor: pensar que eres una persona inútil.
Que sí, que a veces es mejor hacerlo sin un equipo, pero tampoco nos pasemos.
Los equipos siempre traen problemas
Montas un equipo para hacer algo complicado. Las cosas complicadas acostumbran a complicarse aún más. Y el estrés, los reproches o algo peor brota.
Sean problemas del proyecto, de las personas del equipo, o de cosas externas, siempre, siempre habrá algún problema.
Si no lo hay, preocúpate, jajajaja.
Las personas
Un equipo de, pongamos, 5 personas, tiene un objetivo. Normalmente complejo.
Cada una de las 5 personas tiene, no uno, sino varios objetivos.
Esto complica las cosas.
Y, encima, cada una de las 5 personas puede estar en una etapa vital distinta, así que pueden llegar a tener objetivos completamente distintos entre ellos.
Esto es importante, así que vamos con un poco de historieta para interiorizarlo:
Acabas de entrar a una empresa, Renfe, por ejemplo (estoy en el tren mientras escribo esto, así que es lo primero que se me ha ocurrido).
Te han metido en un equipo nuevo que va a trabajar en mejorar el funcionamiento de la empresa, porque es nefasto (esto es casualidad, eh… no te vayas a pensar que funciona mal).
Aparte de ti, hay 5 personas en el equipo.
Hoy es el primer día, y el líder del proyecto os ha convocado en una sala de reuniones.
Y allí estás, puntual (como renfe).
Rodrigo Llega el primero. Le falta tiempo para hablarte y contarte que ha acabado de estudiar un máster de innovación y tecnología. Tiene muchas ideas, energía y motivación. Y tiene una madre orgullosa de que haya entrado en una gran empresa, donde podrá crecer mucho y muy rápido, porque es un niño mu listo. Sin presión.
Ester llega al cabo de nada, entra casi sin aliento, porque viene de dejar a sus dos hijas en el colegio y pensaba que no llegaba. Ester lleva 10 años en la empresa, y la han metido en el equipo para aportar todo su conocimiento, ya que trabajaba en la central de atención al cliente. No le apasiona el trabajo, pero es leal y cumplidora.
Néstor entra antes de que se cierre la puerta. Café, camisa, zapatos, cabeza ligeramente inclinada hacia arriba, y quieres pensar que ha tenido una mala noche, porque ni os saluda. Por lo que sabes, lo acaban de contratar, pero como consultor externo. Tiene una gran experiencia y ha trabajado en proyectos enormes. A saber lo que le pagan.
Fernanda llega 5 minutos tarde, pero antes que el jefe. Ella sí que ha tenido una mala noche seguro, pero una detrás de otra. Pobre chica, no parece que esté en el mejor momento de su vida.
Ernesto es el último en llegar. Con mucha calma. No sabes si es porque le da igual llegar tarde, porque conoce al que liderará el equipo y conoce sus tiempos, o por ambas. Estuviste cotilleando su LinkedIn. Sin foto, por cierto. Lleva 35 años en renfe. ¿En esta empresa no prejubilaban a las personas mayores de 60?
“Menudo plan”, piensas. “A ver cómo se las apaña Bernardo, el líder del proyecto, para que esto funcione…”.
Fin de la historieta.
¿Te gustaría ser Bernardo en esta situación?
A mí no.
Pero a veces te toca.
Puedes echar la culpa a proyecto, a las personas que lo componen, o al horóscopo del periódico, o intentar llevar a ese equipo hacia un alto rendimiento, sabiendo que llegarás hasta donde puedas.
Spoiler: a veces no funciona y listos, no todos los equipos pueden funcionar.
El liderazgo
Llegamos a la última palabra clave del artículo.
Te confieso que no me gustan para nada las palabras “líder”, “liderazgo” y “jefe”.
Es lo que llevo peor de esta trilogía de artículos.
Me duele escribirla, leerla, y sobre todo decirla en alto.
Líder.
Liderazgo.
Jefe.
Buff…
Esto me pasa porque veo las jerarquías como roles que desempeñan las personas, no como una relación de superioridad e inferioridad.
Y, por lo general, mucha gente lo ve así.
Creo que es un error, la verdad, porque algunas de las claves para poder tirar de un equipo y llegar a los objetivos son la comunicación y predicar con el ejemplo.
¿Cómo va a empatizar tu equipo contigo si te ven por encima? ¿No es normal que el que está por encima trabaje más porque seguro que cobra más, y eso viene en el sueldo?
¿Cómo vas a entender las relaciones de las personas de tu equipo y sus necesidades individuales si, cuando estás delante, se comportan distinto que cuando te vas?
Bueno, entraremos en esto en los próximos artículos, que este ya se pasa de largo.
Solo una cosita sobre esto último: No digo que el que lidera tenga que ser amigo del equipo. Esto es el típico error y trae consecuencias. Por experiencia hablo.
A ver, que si todo queda hablado y diferenciáis bien cuándo estáis de cañas y cuando trabajando, genial, ideal y fantavilloso. Pero fácil no es. No sería lo primero que intentaría al coger un equipo.
Lo dicho, paramos aquí.
En el próximo artículo hablaremos de los primeros pasos de un equipo.
Qué pasa cuando arranca un nuevo equipo, con un nuevo proyecto.
Y tal vez entramos en el salseo: qué pasa cuando ya comienza a haber confianza, desconfianza y conflictos.
¡Nos vemos!
Pd. Libro recomendado, en inglés: Making it happen (Mackenzie Kyle)
Pd2. El ChatGPT últimamente está un poco colapsado, así que le he dado un descanso. A ver si vuelve en el próximo artículo o no 😊